Gadot, lucirá un traje como el de los New 52? |
Otra de las cosas buenas que nos ha dejado este nuevo universo DC, es el nuevo traje que Superman luce, y por supuesto, el romance entre 2 de los má grandes icónos de DC, Supeman y Wonder Woman. Saltara de los cómics al cine, ahora que Gal Gadot, será Wonder Woman, en la secuela de Man of Steel? Eso, sólo el tiempo lo sabrá.
Muchos, esperamos ver una relación más allá de simple amigos, en MOS 2 |
de una película de terror. Pero en este caso, más bien sirve como introducción, y de paso recordatorio, precisamente, del hilo de los acontecimientos que estabán desarrollándose la última vez, que leímos la Wonder Woman, de Azzarello. El hombre viejo, es nada más que Ares, dios de la guerra, y, la mujer no es en lo absoluto indefensa, más bien, se trata de la hija de Zeus, y novia de Superman, capaz de hacer frente al averno y sus bestias, saliendo ilesa, mejor conocida en el mundo humano como Wonder Woman.
No obstante, no todo es tan fácil. Su enemigo, es otro dios, el mensajero, Hermes. Guerra, fue grande en su juventud pero ahora languidece a causa de los años que empiezan a pesar sobre su cuerpo, y entorpecen sus movimientos. El mensajero, en cambio es ligero y las uñas de sus patas, de hombre pájaro, le son útiles para cortar piel y desgarrar la carne de sus adversarios. Y, a eso deberán hacerle frente Diana y Ares.
Están a metros de la casa de Deméter, en ella yace dormido el infante que atrapa la atención de los cielos, los mares y el averno. El último descendiente de Zeus, pero también el hijo de Zola. Sobre él, pesa una maldición a modo de profesía, según la cual, dará muerte por su propia mano al rey de los cielos. Unos pasos más y podrán rescatarlo.
Orgullosamente Girl of Steel, les presenta su resumen de:
Wonder Woman # 18: A quienes destruirán los dioses?
Chiang, regresa en este numero, para presentarnos en la primera de sus viñetas, la captura de la batalla que tiene lugar en tierra de dioses, y, que se sale del control de los humanos. La fotografía del momento habla por sí sola, una vez amigos, ahora enemigos.
Hermes, ya no utiliza su báculo para transportar a la amazona a
diferentes partes del mundo. No, ahora, lo que lo mueve no parece ser tan noble como en aquellas épocas, igual, es bien sabido, por todos, que las cosas no siempre son lo que parecen ser. Ahora prefiere levantar la espada contra su antes aliada. Ares, languidece en el suelo, y expone ante todos que poco queda de aquel dios, aterrador, al que muy pocos se atreverían a enfrentar.
La batalla entre Diana, y el mensajero, es inminente.
Hermes: Día con día, pensando lo que te iba a decir. cuando el destino nos juntará. Tal vez, un lo siento, estaría bien. Pero todo eso se va al caño, cuando veo con quien te haz aliado.
El dios raptor de infantes, como un perro rabioso, al que su amo le ha quitado la cadena, y esta en libertad de hacer uso de sus afilados colmillos, que se transforman en espada cortante, salta sobre la primera persona que se le cruza por el frente, y, dada la hora y el lugar, y la patética condición en que se encontraba Guerra, esa persona, solo podía ser Diana.
Hermes, pretende clavar su espada entre los voluptuosos senos de la princesa amazona. En cambio, recibe un golpe, en su celeste rostro. Luego comprueba que hasta Efestos, está de su lado, al probar el acero de la espada de Diana.
La disputa, no puede terminar en simple empate, la victoria es sinónimo de hacer feliz a una jóven madre, la derrota, de romper una promesa. Algo en lo que una amazona, nunca incurriría y menos si es la hija de la reina.
Pero no es la única batalla que a dúo, se da en el mismo tiempo.
El destino se mofa de dioses y mortales, la contienda entre Poseidón y el Primogénito, no ha terminado. Ha transformado en rodajas con su acero, al monstruoso tiburón engendrado desde las profundidades para proteger al Señor de los 7 Mares. Un gran festín para cientos, dadas las proporciones del pez. Pero solo carne que será aprovechada por las bestias marinas, ya que el mar es en últimas quien lo devora.
Poseidón, ha emergido de lo más profundo de sus dominios, los océanos. Y no parece dispuesto a quedarse con nada que difiera de la cabeza de su sobrino, le hace falta decorar sus aposentos, y, no tiene duda que lucirá genial en una de sus paredes.
Por su parte, El gigante que ostenta el título de primogénito en la estirpe de Zeus, sólo quiere recuperar sus armas, y no desistirá en su empeño. Si debe matar, a ese pulpo descomunal, que se supone es su tío, solo será un efecto colateral. Igual, debería asesinarlo de cualquier modo a futuro.
Cassandra, mientras la contienda tiene lugar, y los dioses, miden su fuerza entre sí, sólo intentan sobrevivir en medio de las olas tormentosas del mar que se estrellan unas contra otras, y, en todas direcciones.
Las confrontaciones, entre unos y otros, se intercambian entre sí,conforme y pasas las páginas de este plausible cómic. Chiang, nos lleva de vuelta, al reino de Deméter. Allí un dios ladrón casi estupefacto, admira casi en silencio las habilidades de Diana, amazona, entrenada por el mismo, Ares, y claro, además, y más importante, hija de Zeus.
Pero, nadie más rápido que Hermes, es hora de llevar la batalla al siguiente nivel. La amazona que esquivaba casi todos sus ataques, sin despeinarse sus sedosos cabellos, y acariciaba a Hermes, inflinjiendole todo tipo de daño físico con su espada, ahora parece más lenta. No, es ahora, Hermes quien se ha hecho más rápido, y a su velocidad solo Flash o el hombre de acero, pueden oponerse, no así, Diana.
Hermes: El bienestar de la hija de Zola me ha sido encargado.
Wonder Woman: Pero pediste mi ayúda.
Hermes: Tu tarea era velar por su nacimiento, y así ha sido. Pero, ahora, tu trabajo ha terminado.
Wonder Woman: Pero, y la bebita?
Hermes: Yo me ocuparé ahora.
Wonder Woman: Lo siento, no puedo permitírtelo.
Hermes: Temía que dirías eso, cuanto lo siento...
Con sus patas de hombre pájaro el dios demuestra la velocidad que presume. Ambas sujetan los brazos de la amazona, mientras sus brazos sostienen el arma que cegara la existencia de la hija de Zeus e hipolita. Sólo un milagro podrá salvarla, ahora. Ares, a penas puede hacer que su corazón siga latiendo.
Súbitamente, un milagro proveniente del espacio exterior ocurre. Incluso, tiene nombre: Orion. El alién se las ha arregladado para no perderse el baile, y le ha robado la pareja a Hermes.
El deslizador, en que el extranjero viaja, a menudo a través de las galaxias, y con el que ha irrumpido, tal vez, no es tan ligero, ágil y rápido como como el presumido dios de la velocidad, pero, su tecnología extraterrestre, cuando menos hace más pequeña esa brecha.Bueno, eso, y un nuevo elemento que ahora se suma a la ecuación: La sorpresa, le ha hecho perder suficiente tiempo a su perseguidor, por lo que se acaba de abrir un estrecho canal de esperanza para regresar al pequeño, a brazos de su rubia y esperanzada madre, Zola.
La amazona, es astuta y arriesgada. Decide confiar su suerte a los dados. Así es que le pide a Orión que desacelera justo cuando ella le indique. En sus muchos viajes a diferente estrellas de entre todo el cosmos, el viajero, jamas había oído una petición tan descabella. Si bien es cierto que la ventaja es cada vez más mínima sobre el dios, está todavía existe porque dejarlo todo a un juego del azar?
Pero y por que no? Después, de todo si el mundo ha de acabar, entonces porque negarse la posibilidad de una última aventura en compañía de una hermosa chica, de un planeta llamado tierra. Sus curvas son más que buenas razones para ceder al despropósito.
Así es que Orión, desacelera su máquina de otro mundo. Lo que toma por sorpresa al mensajero. Diana, desea demostrarle hasta que nivel está afilado el acero del que la ha provisto Hefestos. Hermes, por otra parte no es un dios que sea fácil de convencer. No así las diminutas alas de pájaro de sus patas, al menos una de ellas es gravemente herida, lo suficiente como para dejar atrás a un iracundo pero doblegado dios.
Por un instante todos se han olvidado del viejo, del lento, de Ares. La moraleja de la liebre y la tortuga, existe por una buena razón. Mientras, los demás decidían quien era el más fuerte, el anciano, se ha adelantado y ha llegado, primero que todos a la fortaleza de Deméter, también conocida en los viejos libros como Harvest.
Ares: Harvest, acaso, eres consciente de lo infantil e infructuoso que es todo esto?
Harvest: Siempre presumiste ser el más listo. Es está una de esas ocasiones?
Ares: Tal vez, es solo que a veces pienso que en efecto lo soy. Pero, supongo que mis chistes se desperdician en uds.
Harvest: Eso, o quizá nunca ha habido ninguna gracia en ti.
Harvest: Más bien, me resulta patético, queridito.
Ares: Empatía? No me extraña, después de todo eres la diosa de las estaciones. Dependiendo de ellas, todo florece, es prospero, se reproduce, y al final se marchita, como este viejo con el que hablas.
Los dioses, son listos. Más si el dios en cuestión es Ares. Apolo, lo acusa de locura, pero tal vez, guerra sea el más cuerdo, de todos.
Extiende su mano, parece querer acariciar las caderas de Deméter, pero se desvían a su vientre de enredaderas, semejante a un árbol viejo, que ha vivido tanto, que se ha vuelto infértil,estéril, yermo. Acaso, existe un mejor escondite para esconder al último descendiente de Zeus?
Ares, la penetra con ambas manos,sin piedad, sin pedir su consentimiento, nunca a reparado en esas cosas,
y ahora de viejo no va a empezar a hacerlo. Un hombre viejo, parece sentir satisfacción en el acto. Le arrebata entonces de sus entrañas, el fruto de otro unión, el resultado de un breve momento de éxtasis entre Zeus y una humana, el bebé de Zola.
Para cuando llegan, Orión y Diana, ya es demasiado tarde. Ni Ares ni el bebito, se encuentran en ese lugar, es como un " Déjà vu." Se encuentra en tierra de estaciones,y, advino la época de lluvias, la guerra.
La amazona se siente nuevamente engañada. Antes, el mensajero, ahora, Guerra. Ambos, se han aprovechado de la confianza que ella les deposito, sin esperar regalías o ganancias a cambio. Ambos, han abusado de ella en dos turnos. Ambos se quedaron con el bebé que prometió regresar a brazos de su inexperta, pero creyente, madre.
Harvest, está más herida que la amazona, al menos en su cuerpo. Aún así, le pide que recapacite sobre sus acciones, ha actuado impulsivamente y ha dudado de las verdaderas intenciones de Hermes. Ahora, el bebé ha desaparecido junto con Ares. La confusión asfixia a Diana, no sabe en quien creer. Lo cierto es que ha intentado rescatar al bebé de Zola, y a cambio, parece que todo ha empeorado, el niño de la profesía está ahora en las toscas manos del dios de la Guerra. Vaya paradoja en la que se encuentra, no es más que una jugarreta de la vida, una triste broma del destino.
La amazona es noble aún con sus enemigos, así es que como puede la ayúda, intenta cerrar sus héridas, y por último la arropa con un manto tan grande como el que parecía cubrir sus ojos. La justicia siempre es difícil de interpretar. Casí, siempre. A menudo, está del lado de quien se alza ganador. Todo, parece indicar que ha tomado una mala decisión, pero, realmente habrá sido así?
Habiéndose quedado, Ares con la criatura, no resta más que regresar con las manos vacías al hotel, donde se hospedan. Transcurren unos pocos minutos, desde que dejaran los bosques de Deméter y ya se encuentran en frente de la puerta de su habitación. Será tiempo de ser emisarios de malas noticias.
No será tan fácil justificar semejante error, confió en un dios tan decrépito y acabado como tramposo, piensa. La culpa la carcome desde dentro,y, las palabras con las que Orión, intenta reconfortarla, aún cuando tienen la mejor de las intenciones, son inexorablemente tan infructuosas como paños de agua tibia, que buscan cerrar una hérida tan profunda como letal.
El aliénigena no es tonto, tal vez, se le pueda acusar de ser ajeno a
nuestras formas y costumbres, pero no deja de ser hombre, por lo que no desaprovecha para intercambiar sonrisas y miradas que sólo buscan seducir a una mujer excelsamente atractiva, y justo del tipo que escasea por estos días en Nueva Génesis.
La princesa amazona, abre la cerradura de la puerta con lentitud, tendrá que decirle a su amiga que la misión ha sido infructuosa, pero, que encontrará la manera de reunirla con su bebé, en la brevedad,debe encontrar las palabras adecuadas para que Zola no rompa en llanto, y, aún, más importante no pierda la esperanza.
Pero lo que descubre tan pronto y abre la puerta, es la viva imágen de lo que parece ser un familia feliz departiendo con el infante que ha sido regresado a su hogar por el que más parece ser su abuelo que su tío, Ares. Hasta Eris, hace parte del agasajo . El niño, descansa en el tibio seno de su madre, mientras que Guerra le entretiene con juegos acordes a su corta edad. La moraleja, es que algunas veces, vale la pena confiar en las personas, y, que algunas veces recibimos buenas sorpresas de la persona más insospechada.
Ares: Me debes, una, pequeña.
Wonder Woman: Si te refieres a una disculpa, claro que la tienes. Eso, y una deuda que ahora tengo contigo, Guerra.
Incluso, Lannux, reconoce ante todos que estaba equivocado cuando pensó mal de Ares. Ello, no impide que Strife, deslice su lengua al oído del hombre roca, y le susurre que, para nada estaba equivocado.
Y, esta entrega se cierra con un buen par de diálogos que reflejan la buena mordacidad que acompaña con frecuencia a los cómics de Azzarello.
Wonder Woman: Es...un niño.
Orion: Gracias a las estrellas!
Todas lo miran con la mirada entrecerrada y la frente fruncida. Y, solo resta inventar disculpas, para, intentar arreglar algo que ya no tiene arreglo.
Orión: Sólo decía. Es más fácil para el corazón, destruir a un niño que a una niña, de no existir otra alternativa.
En resumén, Milán encontró el paradero del hijo de Zola, y solo otro dios puede llevarlos a su encuentro. Todas las miradas apuntan a Hera, pero no sólo no quiere, además no puede hacerlo, ahora que es mortal. Eris y Ares, se ofrecen a llevarla, no obstante, y para sorpresa de todos, Diana, escoge a este último. Todos se asustan pues temen que si el bebé cae en manos del dios de la guerra, éste hará que se cumpla la profería, el fin del mundo.
Una vez en los dominios de Deméter, que es donde se encuentra secuestrado el infante, son atacados por Hermes. En principio, y, gracias al entrenamiento de Ares, Diana, se muestra muy superior, pero cuando éste decide no restringir más sus poderes y está a punto de perder la batalla, es salvada por Orión.
Como es que el alíen llega hasta ese lugar? Fácil, justo cuando se hizo cómplice de la amazona y alentó a la amazona en ir en la búsqueda del bebé con Ares, para sorpresa de todos, lo puso de manifiesto dándole una palmada en los glúteos de Wonder Woman. Así, es que aprovecho, para recolectar ADN para su máquina localizadora, y de paso le acaricio sus sensuales, firmes y tonificadas nalgas.
Ares, aprovecho para adelantarse a casa de Deméter, arrebatarle el bebé y emprender su fuga. Todos
pensaron lo peor, pero finalmente el bebé regreso a brazo de Zola, gracias a Guerra. Increíble? No, simplemente, la historia no decae, más bien crece, y eso sólo lo consigue un escritor con talento.
Brian Azzarello, ahonda cada vez más en está absorbente y fascinante historia, que cada vez se hace más entretenida y que ya clasifica, de seguro, entre los mejores cómics que haya publicado, DC.
Lo que hace es enteramente superlativo, y, lo posiciona como uno de los mejores escritores que Wonder Woman, haya tenido la suerte de tener para contar sus hazañas. Es abrumador el conocimiento que irradia del universo de la amazona, y la manera como hace que su historia no sólo se modernice, además, la veamos, ahora, de un modo, simplemente más acorde a nuestra realidad.
La historia está en su punto más álgido, y, sólo puedes desear terminar de devorarte de una vez sus subsiguientes volúmenes que hacen falta para la conclusión del último hijo de Zeus. Pero, tranquilos. Superman by Girl of Steel, te las traerá.
And....What do you think?
Que excelente reseña has hecho, querida Girl of Steel!
ResponderEliminarQuien iba a pensara que Ares devolvería al hijo de Zola!
ResponderEliminarExcelente cómic, amigos!
ResponderEliminarMe encanta este cómic, gracias Karencilla! Enseguida la leo y comento. ^.^
ResponderEliminarComo siempre, brillante historia. XD
ResponderEliminarAzzarello, ha llevado a Diana a las grandes ligas. Faltará ahora que le cambien su dibujante, y le pongan a alguien más acorde a su talento, porque, Chiang es un desastre. XD
ResponderEliminarEste cómic es la leche!!!
ResponderEliminarJoder, Azzarello te superas a ti mismo, y eso que habías dejado el techo muy alto con tu hasta ahora obra maestra, Superman: For Tomorrow!!!!!
ResponderEliminarQue bueno que existe Azzarello, y que bueno que existes tu, Karencilla!!!! Lo que escribe es música para los dioses, pero tu adaptación es la oda a una canción!!! ^.^
ResponderEliminarStrife, dice algo que es muy cierto al final, " no estabas mal al pensar lo peor de Ares." O algo así, el caso es que seguro que algo trama. ^-^
ResponderEliminarMe quede con la misma sensación, amiguis...luego de leerlo. :D
EliminarLa parte en la que saca al bebé del vientre estéril es impactante. O sea, como transmites de emociones y sentimientos, condicionado a los garabatos de su dibujante?! ^-^
EliminarHay que tener talento para eso...por suerte ...le sobra, amiga. :D
EliminarQue buenos fakes de nuestra Wonder Woman!
ResponderEliminarY la cosplayer es muy sexy!
ResponderEliminarMe encanta esta página!
ResponderEliminarLa historia tiene intriga....uno nunca puede confiar en los dioses y es así justamente en la historia...no solo es un excelente reinicio para WW...también es una excelente adaptación de la mitología griega! :D
ResponderEliminarMe encanta esta nueva Wonder Woman.
ResponderEliminarCreo que hablo en nombre de todos los que publicamos y leemos tus reseñas...GRACIAS KAREN...Y QUE BIEN ESCRIBES! XD
ResponderEliminarSabes que no me queda ninguna duda, sos la mejor, minita de acero. ;)
EliminarFelicitaciones y gracias por tus adaptaciones, Karen. Eres nuestra hermosa, inteligente y amada geek de Superman. Es verdad, WW, ahora hace parte del universo del hombre de acero!!!
EliminarQuerida Karen, olvidaste al mejor de todos ellos: el exitoso Geoff Johns, es por él que Superman ha ganado tanta fama en el siglo XXI.
ResponderEliminarHa sido un desliz de una adolescente. Ya lo he corregido. Demasiada Kryptonita Roja este Weekend. ;)
EliminarGeoff Johns?? ....... Déjame que dude Danny??? Geoff Johns no ha parado desde la serie de Flash, Linterna Verde y Aquaman..... De ahí a que haya sido influyente????
EliminarGirl, pones que has tenido demasiada Kryptonita y yo no he hecho nada...ni me he enterado!!!
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